La banda
más influyente del britpop congregó a cerca de 70 mil personas en su primer
show de reencuentro Manchester (EFE). El grupo inglés de rock The Stone Roses causó toda una revolución entre sus admiradores con su primer
concierto en 16 años, que interpretaron anoche en su ciudad natal de
Manchester.
Ante una audiencia de unas 70 mil personas, la banda, que se separó en 1996,
escenificó su esperado reencuentro con una vibrante actuación que llevó a las
lágrimas a algunos de sus incondicionales, entre los que se encontraban el
productor musical Mark Ronson y políticos como el portavoz laborista de Sanidad
Andy Burnham.
El cantante Ian Brown, cuyo estilo se dice que ha influido en muchos músicos, entre ellos Liam Gallagher (ex Oasis), dijo a la multitud: “Aquí estamos, aquí lo tienes,
aquí vamos”.
Y, con su característico descaro, añadió en otro momento: “Como ves, aún
somos geniales”.
El concierto se abrió con el himno “Wanna be adored” y después el grupo tocó
otros conocidos temas como “Mersey paradise”, “Sugar spun sister” y “Sally
Cinnamon”.
Tras una amarga separación y años de distanciamiento, los Stone Roses
anunciaron el año pasado que se reunirían para actuar en una serie de
conciertos este año, que se inauguró con el de Heaton Park en Manchester (norte
de Inglaterra), donde tocarán también otras dos noches.
Aunque Brown suele ser más bien parco en palabras sobre el escenario, anoche
se permitió un pequeño discurso al presentar el tema antimonárquico “Elizabeth,
my Dear”, que dedicó a los “sucios parásitos a 300 kilómetros (en Londres) que
celebran 60 años de tiranía”, en alusión al Jubileo de diamantes de Isabel II.


